Interesante Post donde exponen, con mucho acierto, algunas de las razones por las que una empresa no siempre esta obligada a crecer.
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via Consultoría artesana en red by Julen on 9/5/11
Aunque creo que cada vez hay más sensibilidad con un mundo sostenible, los negocios siguen partiendo de que su obligación natural es crecer. Por el lado positivo podríamos ver mayor contribución a la riqueza o a la calidad de vida de la sociedad, pero en la práctica, crecer suele suponer mayor cifra de facturación y más beneficios económicos. Parecería que más lleva a más y que la carrera por ser altius, fortius, citius es sinónimo de serempresa. Pero los tiempos cambian y ¿por qué no pensar que una organización nodebe crecer por obligación?
En primer lugar, está la cuestión de la pérdida de eficiencia a la que conduce el tamaño. En una gran organización es más fácil escaquearse. De hecho, creo que es uno de los deportes de masas más practicado. Lógico, ves injusticias, ves cómo otra gente se escaquea: pues donde fueres haz lo que vieres. Tonto serías si no te unes a la fiesta. ¿Para qué vivir con presión pudiendo relajar la actividad laboral? Sin embargo, si somos tres en la empresa, el escaqueo de uno se nota demasiado.
Pienso que, en realidad lo que nos interesa, desde el punto de vista económico, es mantener la cifra de beneficios. Y en la cuenta de explotación, la primera línea que refleja las ventas no tiene por qué reventar. Si tu estructura de costes es contenida, a lo mejor ahí ya tienes la clave. Puedes mantener un suficiente nivel de resultados económicos. Subir la cifra de ventas suele obligar a cambiar dinámicas: entrar en nuevos mercados. ¿Un reto? Bueno, o una trampa: zapatero a tus zapatos. Quizá debamos hacer mejor lo que ya hacemos bien y seguir con ello.
Lo anterior no obvia para que gestionemos el crecimiento si es que nos llegan más pedidos. ¿Por qué no repartirlo?, ¿por qué no derivarlo hacia una red de empresas y personas colaboradoras? Distribuir facturación es una forma de asumir más trabajo. Hacerlo con la vocación de que tu red crezca puede permitirte no crecercomo nodo de esa red. Conseguimos un incremento de nuestra capacidad global pero no a costa de nuestros propios recursos.
Yo creo que mucha gente (me incluyo) no sabe manejarse en las grandes cifras.Crecer y hacerse grande exige ambición. Cierto que la sociedad sube al podio a los vencedores de la carrera empresarial. La cultura de grandes hombres y su lucha épica sigue aquí. Mira lo que consiguió. Con su esfuerzo, con su sacrificio, con agallas, con dedicación. Pero también, casi con toda seguridad, perdiendo sensibilidad con las personas por el camino.
Porque las leyes del crecimiento empresarial son las que son y tu mano derecha nodebe saber en ocasiones lo que hace la izquierda. La reducción de costes obliga a mucho y el mundo ofrece mano de obra barata en muchos rincones. La tentación vive al lado.Yo creo que muchos negocios pueden funcionar genial si encuentran su dimensión adecuada. La consultoría, por supuesto, es uno de ellos. Y la consultoría artesana debe tenerlo como referencia fundamental.
No debemos crecer, nodebemos creernos que podemos hacer a gran escala lo que sí hacemos a pequeña escala. Quizá por eso haya que gestionar de forma activa los límites. Decir que no -o distribuir si hemos dicho que sí- obliga a desarrollar la red. En definitiva, es pensar que el ecosistema puede crecer pero cuidado porque puede conducirnos a la hipertrofia.
Como escuché a un hombre sabio una vez: crecer no es lo mismo que desarrollarse.
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